Había una vez un río llamado Orituco, que se sentía feliz al ver que sus aguas eran cristalinas, contaba que tenia muchos árboles a su alrededor, que a los peces le gustaba vivir en él y las personas se bañaban en sus aguas.
Un día llegaron personas de otros lugares, empezaron a construir casas a su alrededor, utilizaban sus aguas para la siembra, arrojaban en él sus desperdicios, talaban y quemaban los árboles.
Orituco al verse convertido en una zanja se deprimió. En ese momento estaba pasando un turpial y al verlo tan decaído se acercó y le pregunto:
_ ¿Qué tienes Orituco? _ ¿Qué le ha pasado a tus hermosas aguas y a tus amigos los árboles y los peces? ¿Porque te ves tan triste?
Orituco respondió con voz muy baja y deprimente:
¡Por qué me están haciendo daño! _Me contaminan, con desechos agrícolas, con aguas negras, y por esta razón los peces se tuvieron que ir, las personas ya no les gusta bañarse en mí. Además talan a mis amigos los árboles y queman los suelos, _ ¿sabes la cantidad de animales que mueren al quemar?
El turpial al ver que Orituco ya estaba desesperado quiso darle unas palabras de aliento:
_ Cálmate Orituco, no te preocupes yo te aseguro que volverás a ser el de antes.
El turpial se fue preocupado al haber dejado a Orituco tan mal y se pregunto, ¿cómo podré ayudarlo?
Un grupo de habitantes de Altagracia de Orituco llegaron a ver al Río Orituco; decidieron rescatarlo de su mal estado, y dijeron:
_ ¡Podemos salvar al Río Orituco, con la ayuda de todos!
Empezaron por sembrar árboles a su alrededor, lo limpiaban constantemente, colocaron varios carteles en la localidad, con el lema ¡Salvemos al Río Orituco!
Orituco empezó a ver como las personas se preocupaban por él, trataban de rescatarlo, se sintió un poco mejor, sus aguas comenzaron a tener brillo y su alegría volvió.
Después de un largo tiempo con mucho esfuerzo y trabajo las aguas del Río Orituco aumentaron su volumen, crecieron los árboles y volvieron los peces.
El Turpial vio a Orituco ya alegre, sonriente, limpio y lo felicitó desde la altura de un árbol. “Estaba Feliz”
Orituco se sentía tan bien que grito con todas sus fuerzas:
¡HE VUELTO A SER EL MISMO!
ardnaxela
lunes, 4 de junio de 2007
martes, 1 de mayo de 2007
Solo quiero un charquito
Había una vez un sapito muy triste porque no tenía un charco donde refrescarse. Mientras lloraba escuchó el canto de otro de su especie.
— ¿Dónde canta, compañero?
— ¿Quién pregunta?“¿Quién podrá tener motivo para cantar?”, se decía a sí mismo, caminando en dirección del sonido.
— De pronto, vio a un sapo recostado sobre una lata.
—¿Qué tal? —dijo, contento de encontrar compañía—. Me admira que usted tenga ánimo alegre.
—Razón tengo, mi amigo, porque voy camino de reunirme con mi familia. Los dejé hace algunos días porque estaba aburrido de mi casa, pero ¿sabe?... estaba más feliz y seguro allí. Me he quemado mis patitas y la panza. ¡No hay ni una sombrita! y me parece que quizá quieren convertirnos en algún platillo.
—Por favor, ¡lléveme con usted, quiero bañarme en un charquito! Aquí hasta los árboles han desaparecido.—¡Claro, vámonos ya!Un rato después, cansados y sedientos por la caminata, encontraron una iguana que corría desesperada.
—¡Ay, Dios mío, cálmese! ¿Qué le ocurre, amiga?—¡Ayúdenme, me persiguen! —gritaba, mientras se colocaba tras una piedra.—¿Quién la sigue? —preguntaron los caminantes.
—Primero fueron unos hombres con garrotes; después unos niños y, por último, unos perros.
—¿Por qué no viene con nosotros?Aceptó la iguana y el camino se hizo más corto entre los tres. Al rato, muy cansados, se durmieron profundamente.
Horas después los despertó un tropel. El ruido lo provocaba un cusuco perseguido por un campesino.
Dos horas después, los sapitos llegaron hasta el anhelado charquito y todos se pusieron a cantar y a agradecer a Dios que todavía hubiese un lugar a salvo de la destrucción provocada por el ser humano.
FIN
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— ¿Dónde canta, compañero?
— ¿Quién pregunta?“¿Quién podrá tener motivo para cantar?”, se decía a sí mismo, caminando en dirección del sonido.
— De pronto, vio a un sapo recostado sobre una lata.
—¿Qué tal? —dijo, contento de encontrar compañía—. Me admira que usted tenga ánimo alegre.
—Razón tengo, mi amigo, porque voy camino de reunirme con mi familia. Los dejé hace algunos días porque estaba aburrido de mi casa, pero ¿sabe?... estaba más feliz y seguro allí. Me he quemado mis patitas y la panza. ¡No hay ni una sombrita! y me parece que quizá quieren convertirnos en algún platillo.
—Por favor, ¡lléveme con usted, quiero bañarme en un charquito! Aquí hasta los árboles han desaparecido.—¡Claro, vámonos ya!Un rato después, cansados y sedientos por la caminata, encontraron una iguana que corría desesperada.
—¡Ay, Dios mío, cálmese! ¿Qué le ocurre, amiga?—¡Ayúdenme, me persiguen! —gritaba, mientras se colocaba tras una piedra.—¿Quién la sigue? —preguntaron los caminantes.
—Primero fueron unos hombres con garrotes; después unos niños y, por último, unos perros.
—¿Por qué no viene con nosotros?Aceptó la iguana y el camino se hizo más corto entre los tres. Al rato, muy cansados, se durmieron profundamente.
Horas después los despertó un tropel. El ruido lo provocaba un cusuco perseguido por un campesino.
Dos horas después, los sapitos llegaron hasta el anhelado charquito y todos se pusieron a cantar y a agradecer a Dios que todavía hubiese un lugar a salvo de la destrucción provocada por el ser humano.
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miércoles, 18 de abril de 2007
Bases del Concurso
I CONCURSO DE CUENTOS DEL ORITUCO PROF. PRÓSPERO INFANTE MARRERO
La página de los hermosos valles de Orituco,
- Podrán participar todos los niños, niñas y adolescentes entre 9 y 16 años de edad, que estén cursando Educación Básica y Diversificada, en cualquier colegio o instituto Público o Privado del Municipio José Tadeo Monagas.
- La temática única de los cuentos será “El Orituco y la Conservación de sus Recursos Naturales”.
- Los cuentos se empezaran a recibir a partir de la publicación de esta invitación y el plazo de entrega cerrará el 10 de junio de 2007.
- Los participantes deberán enviar un solo cuento por alumno, con una extensión mínima de una (1) cuartilla y un máximo de cinco, tipo de letra Arial 12 y a doble espacio, a la dirección electrónica cuentos@orituco.com
- Los cuentos deberán ser identificados con el título y un seudónimo. No se incluirán firma ni identificación del autor. Los datos del alumno participante se recibirán en la dirección electrónica: master@orituco.com. Deberá incluir el título de la obra, el seudónimo utilizado, nombre, cédula de identidad, dirección completa, número telefónico, grado que cursa y nombre del plantel donde estudia.
- Un jurado calificado, que se dará a conocer oportunamente, será el encargado de ponderar 80% de la puntuación y el otro 20% será otorgado por votación popular a través de nuestra dirección electrónica www.orituco.com, ya que todos los cuentos que se reciban serán publicados en una sección especial para ellos.
- El ganador recibirá un premio único de 1.000.000 (un millón) de bolívares, el segundo lugar 300.000 (trescientos cincuenta mil) bolívares y el tercer lugar 200.000 (doscientos mil). Todos los concursantes recibirán un diploma por su participación.
- Los cuentos ganadores de los tres primeros lugares serán anunciados en nuestra página www.orituco.com.
- La premiación se realizará el día 01 de julio del año en curso.
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